14 Feb El marketing de conquista
El marketing de conquista supone una visión diferente de lo que es el marketing entendida como una respuesta a la demanda del propio mercado, que ahora ve al consumidor no solo como una persona con necesidades, sino también con vida interior que complementa lo que ya hay, aportando una nueva dimensión.
Sin renunciar a los recursos, ni a la imaginación, el marketing de conquista parte de lo que debería ser el origen de todo proyecto empresarial: el emprendedor y sus motivaciones. Donde la formación tradicional enfocada a las PYMES separaba la misión y visión del proyecto empresarial, el marketing de conquista parte éstos –visión y misión– haciendo que sean la principal fuente inspiradora de la estrategia a desarrollar y tácticas a implementar.
De aquí, como argumenta Jose Luis Briones, autor de «Modelar el Futuro: Una propuesta para formar a los líderes del emprendimiento del S. XXI», que entendamos que este nuevo marketing no sustituye a las anteriores escuelas, sino que se suma, añadiendo un elemento clave para su efectividad: el perfil emocional del emprendedor/empresario, para ayudarle a superar las barreras mentales para alcanzar el nivel de «conquistador».
¿Por qué marketing de conquista?
Porque en la conquista del potencial cliente no basta con pedir al público que te quiera como marca o producto; para conquistar tenemos que empezar por nosotros mismos, logrando que sea la audiencia la que se sienta atraída por nosotros. Si bien es una tarea difícil de conseguir, tenemos que tener en cuenta que, tradicionalmente (e incluso en la actualidad), se creaba un marketing ajeno, ya no sólo a la misión, sino también a los valores que la inspiran, enfocándose fundamentalmente en obtener resultados a corto plazo olvidando todo lo demás.
Y en el marketing, sea offline u online, la relación con el cliente es como una conquista amorosa donde hay una etapa en que te esfuerzas por captar su atención, seguida de una interacción real establecido el primer contacto, y que «finaliza» generando experiencias gratificantes, ideas y modos de expresión afines, que son vitales para mantener una relación de lealtad y confianza perdurable en el tiempo.
Todo ello va acompañado de la preocupación por los detalles, mantener una buena comunicación y la resolución de problemas para solucionar los enfados «de pareja». Y es que el marketing de conquista no es otra cosa que una extrapolación de las relaciones amorosas del día a día.
Las 7 reglas del marketing de conquista
- Cuida los detalles
Cada cliente es diferente. Detecta sus gustos y anticípate a sus necesidades, de este modo podrás mostrarle las opciones que seguramente tiene en mente antes de que las pida. - Deja que te “pruebe”
En muchas ocasiones una “muestra” es una herramienta bastante efectiva para la conquista del cliente, plantéate el brindarle la oportunidad de «conocerte», así empieza toda conquista. - Una experiencia puede ser la clave
Esto incluye cualquier estímulo sensorial: colores, luces, aromas, etc. Todas esas sensaciones deben ir de la mano de tu oferta. - Cumple tus promesas
De poco te servirá una «bonita sonrisa» si no cumples con lo prometido; una entrega a tiempo, servicios postventa… para una relación duradera con el cliente necesitarás mucho más que palabras, los clientes se han vuelto exigentes y no suele dar segundas oportunidades. No descuides a tu consumidor, dedícale tiempo y mantenlo informado para que no se olvide de tí. - Habla su idioma
Los tecnicismos no ayudan a nadie. No solo lograrás incomodar al cliente potencial sino que tu forma de comunicar resultrará altiva para la mayoría de los públicos, no seas pedante. - «Mano izquierda» con los problemas
Si el consumidor quiere expresar su malestar hacia tu producto o servicio, está en su derecho de hacerlo. Nunca muestres indiferencia o rechazo por una opinión en esta era digital y procura ofrecer soluciones inmediatas como la reposición del producto o un descuento en su próxima compra, verás como una opinión negativa puede transformarse, incluso, en una recomendación inmediata. Recuerda que un cliente feliz se lo dirá a una o dos personas, pero uno infeliz se lo hará saber a todo aquel que se cruce en su camino. - Comunica, pero no seas spam
Comunicar y hacer un seguimiento de tu cliente son acciones básicas para garantizar una relación de largo plazo. Puedes plantear un buzón de sugerencias, un número de atención directa o encuestas de opinión por correo electrónico; con toda la información recibidapodrás tomar mejores tomar decisiones de cara a la prestación de tu servicio o el desarrollo de tu producto.
Esto es, en definitiva, el «marketing de conquista», una visión de lo que es el marketing como respuesta a la demanda de un mercado cada vez más exigente. Donde el consumidor no solo es una persona con necesidades a cumplir, sino también con cualidades personales idóneas para la «conquista». Sin duda, el marketing, el amor y las relaciones de pareja son cosas muy parecidas.
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